La nacionalidad Awá, está limitada al norte por Colombia, al sur por la parroquia de Lita, cantón Ibarra-Provincia de Imbabura, al este por la parroquia Chical, del cantón Tulcán-Provincia del Carchi y al oeste, por la parroquia Tululbi, cantón San Lorenzo-Provincia de Esmeraldas. Su idioma es el Awapit. La población según el censo realizado en el 2002 es aproximadamente de 3500 habitantes.
Los Awá, tienen como eje económico productivo la agricultura, eje que es coplementado con la cacería, la pesca y la crianza de animales domésticos. Además de la producción en el espacio agrícola, se dedican también a la artesanía, producción que es dirigida especialmente a al mercado turístico y que les permite obtener ingresos económicos extras.
La Federación de Centros Awá, se constituyó en una Asamblea General realizada en 1986, el 6 de octubre, en la que participaron delegados de los 12 Centros Awá existentes en esa época; desde esa fecha esta nacionalidad, elige a sus representantes en grandes asambleas, donde asistentes delegados de los 22 Centros o comunidades que hacen hoy esta nacionalidad.
La nacionalidad Awá, se alimenta de todos los productos que se cultiva, se pesca o se cazan en sus territorios, sin embargo su dieta diaria se basa en el plátano y la yuca. La nacionalidad Awá, aún práctica y conserva la medicina ancestral, medicina que es practicada por los curanderos del lugar, por lo general estos curanderos son los ancianos que conocen las enfermedades y con qué plantas curarlas. Sus creencias, ligadas a su mundo simbólico, nos cuentan de un pueblo ligado a la naturaleza y a creencias dadas por los procesos de evangelización de su gente.
Sus costumbres en relación a la muerte, nos dicen de un pueblo respetuoso del tránsito de la vida a la muerte, por ello, construyen un rancho de hojas y ramas para el muerto, alejado de la comunidad, lo visitan con comida durante 4 días, luego lo entierran y ofrecen al muerto la fiesta de honras, para que sea un aliado de sus casas y no un enemigo que pueda hacerles daño. En el caso de que el muerto sea un niño sin bautizo, lo entierran en el monte a las orillas de un río. En el caso de que el niño muerto sea bautizado, lo entierran en medio de una gran fiesta. La vivienda Awá, tiene una arquitectura sencilla. Un cuarto grande de forma rectangular, asentadas sobre cuatro piedras grandes cuadradas. Toda la estructura está cubierta con hojas de bijao, similares a los de plátano, la diferencia está, en que estas son hojas más grandes.
La nacionalidad Awá elabora sus propios instrumentos musicales, aprovecha la riqueza natural que tiene sus territorios para elaborar la marimba, el bombo y la flauta, actualmente se han adoptado de otras culturas instrumentos que a la hora de producir música, toman los sonidos propios de esta nacionalidad. Los juegos propios de los Awá, son: las bolichas, los saltos altos, el guande o bejuco, el juego de la balsa Actualmente se ha adoptado juegos como el volley, fútbol entre otros.