El pueblo Saraguro se encuentra asentado en un vasto territorio que, en sentido horizontal, se extiende desde la provincia de Loja, hasta la provincia de Zamora Chinchipe en la región Amazónica. Este pueblo es bilingüe, habla el kichwa y el español. Se estima el pueblo Saraguro abarca una población aproximada de 37000 y 60000 habitantes, organizados en alrededor de 183 comunidades. El pueblo Saraguro ha constituido una estructura organizativa bajo la concepción comunitaria tradicional, sustentada en principios de solidaridad y reciprocidad, pero con nuevos mecanismos de cohesión. La base del tejido social es la familia, la que se encuentra organizada en Comunas, que tiene un número mayor de diez familias.
Es un pueblo eminentemente agrícola, actividad productiva que la realizan con técnicas artesanales como: arado reja, yugo garrucha, yunta, barbecho etc, productos destinados en gran parte al consumo propio; el ajo, la cebolla y cereales se los produce en atención de los mercados locales y provinciales. Mantienen algunos invernaderos de cultivos de tomate riñón, babaco y vainita destinados al mercado local. Cultivan además algunas variedades de frutas como: duraznos, manzanas, peras, claudias, etc. Es muy común en casi todas las comunidades, el cultivo de hortalizas y plantas medicinales como: borraja, ataco, jícama, etc.
En las comunidades asentadas en Zamora Chinchipe se produce: maíz, fréjol, papa china, sango, cacao, café, caña de azúcar, guineo y yuca; se cultiva además variedad de frutas como: naranja, mandarina, limón, piña. Toda esta producción está destinada para el autoconsumo familiar, en cambio la producción de grandes cultivos de café, cacao y maíz lo destinan al mercado local o regional. La ganadería es otra actividad económica de este pueblo, se cría ganado bovino, porcino y ovino y en menor cantidad el caballar.
Este pueblo con herencia colonial, en referencia a las creencias religiosas, celebra: carnavales, semana santa, finados, reyes, navidad, bautizos, matrimonios católicos y evangélicos. Celebraciones que hoy en día se entremezclan con celebraciones ancestrales de relación con la naturaleza, se vive el Inti-Raymi, la Jahuay (fiesta de la cosecha). En relación a la siembra, aun se práctica aunque en pocas personas, la costumbre de enterrar un hueso de cuy al momento de sembrar, para que cuide la futura cosecha, siembra que toma en cuenta las fases lunares con fechas específicas, tanto para sembrar, desyerbar, cosechar. Una de sus creencias que aun dinamiza su cotidianidad se realiza, cuando al dejar de llover los niños salen a gritar y cantar en las lomas; cuando por lo contrario, llueve mucho se humea y se vota ceniza al aire o se utiliza un huevo en una cuchara llamando al viento por su nombre.Se alimentan con verduras granos y cereales como: trigo, cebada, productos cultivados en sus chacras; ahora se ha incrementado a su dieta alimentos propios del medio urbano.
Utilizan plantas medicinales para evitar infecciones, se utilizaban las barbas de las piedras o maíz molido para curar enfermedades leves; existen comadronas, curanderos y los yachag, cotidianidad que también está acompañada por la medicina alopática. Aun en este pueblo se juega al casamiento, a la yunta, a los conejos y a la rayuela, juegos que se entre mezclan con el fútbol, los trompos, a la guerra y los juegos electrónicos. Este pueblo aun mantiene el baile y el canto propio, acompañado por instrumentos como tambor bocinas rondadores chackchas y pingullos, la danza más conocida de este pueblo es "La danza curikinguis caballitos".
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